¿Libertad sexual o explotación sexual?


Artículo de Rosa Cobo Bedía, escritora y profesora de Sociología del Género de la Universidad de A Coruña, para Público.


El artículo parte de la idea de que el corazón de la cuarta ola feminista es la crítica a la violencia sexual. Sin embargo, a pesar de tener en cuenta nuevas y brutales formas de violencia con la ampliación lógica del marco de lo que entendemos por violencia patriarcal, no se identifica claramente el sistema prostitucional como violencia sexual.
De hecho, a muchas feministas nos sorprendió que el sector hegemónico del 8M excluyera estas formas específicas de violencia del marco interpretativo de la violencia argumentando el discurso de la libertad sexual.

Aquí vamos a resumir un poco las ideas del artículo de Rosa Cobo que se puede leer completo pinchando este enlace.

Se plantean las siguientes cuestiones:
  • ¿Cómo se puede pretender excluir del mapa vindicativo feminista la prostitución y la pornografía como si nada tuviesen que ver con la violencia patriarcal? 
  • ¿Esas maquilas del sexo a las que acuden escuadrones de varones a acceder sexualmente a cuerpos de mujeres que no les desean pueden ser tematizadas como no violencia contra las mujeres? 
  • ¿Cómo es posible que quienes se definen como anticapitalistas no identifiquen los intereses económicos que articulan la industria de la explotación sexual?

Rosa Cobo explica que "esta confusión extrema que consiste en conceptualizar como libertad sexual lo que es explotación sexual hace necesario buscar el origen de semejante equívoco".


Orígenes de la confusión (intencionada?):

Años 70 del sigloXX: 
La nueva izquierda del 68 propuso introducir la liberación sexual en su agenda política. Pero ¿para quién era esa libertad?. No tiene los mismos efectos la reclamación de libertad sexual para quien está en una posición de subordinación que para quien está en otra de dominio. No es lo mismo ser una mujer prostituida que ser un putero.

La idea del consentimiento:
Sabemos que la "libre elección" está condicionada por circunstancias ajenas a las personas, y el uso de este discurso obedece a un interés instrumental. Entonces a qué responde introducir este argumento en un tema tan sensible?
El discurso del consentimiento es una perversa artimaña capitalista para desactivar las estructuras de poder y dominio, explica Rosa Cobo y plantea las siguientes cuestiones;
  • ¿En qué momento la izquierda que se reclama feminista ha abandonado la crítica a las estructuras de poder y la ha sustituido por el consentimiento de los oprimidos?
  • ¿Desde cuándo el consentimiento de los oprimidos legitima la opresión?
  • ¿Alguna izquierda puso en duda la legitimidad política del movimiento obrero porque muchos trabajadores no cuestionaban el poder de los patronos y no seguían las huelgas?
  • ¿Debemos renunciar a pronunciarnos políticamente sobre la energía nuclear porque los trabajadores de las centrales nucleares no quieren el fin de una energía que les proporciona un salario?
  • ¿Qué retorcimiento ideológico ha podido llevarnos a ver la explotación sexual como libertad de elección?
  • ¿Qué les pasa a sectores de la izquierda y a algunos grupos que se autodefinen como feministas para haber llegado al punto de excluir la explotación sexual de la agenda feminista?





 Vídeo completo de la conferencia de Rosa Cobo Bedía, en "Reptes actuals del Feminisme", jornada organizada por la Coordinadora Feminista de València, el 27 de octubre,2018.






Publicar un comentario

[facebook]

Formulario de contacto

Nombre

Correo electrónico *

Mensaje *

Con la tecnología de Blogger.
Javascript DisablePlease Enable Javascript To See All Widget