Artículo de Cynthia Duque Ordoñez en Contrainformacion.es donde habla de la mercantilización de las mujeres, explotación sexual y reproductiva, partiendo de consecuencias como la que sufrió Lili, mujer prostituida que mataron tras sufrir continuos procesos de violencia. (Artículo original)
"Lili, era victima de trata desde hacía cinco años, cuando vino a España chantajeada por una mafia que tenía a sus hijos como rehenes. Muchas veces se acercó a los vecinos del barrio, donde era esclavizada sexualmente, ellos alertaron a las asociaciones pertinentes que pusieron su situación en conocimiento del consistorio. Sin embargo, el ayuntamiento se negó a hacer nada para evitar su trágica vida y muerte porque Lili no presentaba denuncia. ¿Cómo iba a hacerlo si la amenazaban con matar o hacer daño a sus dos niños pequeños que tenía en Rusia?"
La Organización Internacional del Trabajo estima en 4.5 millones de personas son explotadas sexualmente en todo el mundo y el 90% de ellas son mujeres y niñas. Vendidas por sus familias, coaccionadas y secuestradas o empujadas por esa inmensa libertad que te da no saber si mañana vas a poder comer o si te van a desahuciar.
“Esposa o puta” ha sido un binomio empleado por el sistema económico capitalista para clasificar y oprimir a las mujeres en base a su sexualidad y a los roles de género creados e idealizados por los hombres sobre la sexualidad de las mujeres. De fondo la capacidad reproductiva y sexual ocupan la centralidad del modelo: la mujer es utilizada para parir a la prole o para dar placer al hombre. Se institucionaliza el matrimonio para conseguir sobre todo lo primero y se normaliza la prostitución para lo segundo.
La explotación sexual de mujeres con fines reproductivos es todavía más jugosa para el sistema capitalista que la prostitución, de ahí su interés en internacionalizarla. Se estima que genera 6.000 millones de euros anuales de beneficios para aquellas empresas que hacen de nuestro cuerpo y mente su negocio.
Los vientres de alquiler es violencia contra la mujer y sus hijos. No solamente vulnera su dignidad, derecho a la integridad física y moral, derecho a decidir sobre su propio cuerpo o el derecho a la filiación materna, también constituye trafico de menores, a éstos les roba la posibilidad de conocer sus orígenes y deja en manos de quienes no son aptos para adoptar (pedófilos, maltratadores, violadores, etc.). No es una técnica de reproducción asistida, está prohibida como tal en la ley, y supone la cosificación del cuerpo de la mujer, su mercantilización y la de sus hijos que son comprados y vendidos. Los hombres y mujeres que compran mujeres elegidas por catálogo, cual vaca de cría, para preñarlas, decidir sobre sus cuerpos y vida durante 9 menes como mínimo -si no abortan el feto sin el consentimiento materno porque su sexo no sea del agrado del comprador- no son asistidos para ser padres, sino que compran varios seres humanos como si fueran fríos objetos sin sentimientos ni sueños.
Los derechos fundamentales no son objeto de transición mercantil.
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