Por Towanda Rebels
A las mujeres se nos piden cosas terribles en nombre del amor. Y muchas veces aceptamos hacer cosas terribles, como es poner en riesgo nuestra salud, por la sencilla razón de que se nos ha enseñado a sacrificarnos siempre, a empatizar con todos, a anteponer el bienestar de los demás al propio. El patriarcado ha hecho bien su trabajo, nos ha domesticado magistralmente.
El feminismo no critica a las mujeres que reproducen estos comportamientos. Muy al contrario, las ve como víctimas de una socialización perversa, que nos ha inoculado que hacer felices a los demás es lo que realmente importa, que nuestros deseos son secundarios, que somos unas egoístas si pensamos en nosotras mismas. Como dice Ana de Miguel , “el proyecto de las mujeres es que los demás tengan proyectos”. La mujer como medio y no como fin en sí mismo.
Es por ello que al feminismo no le interesa hablar de si las mujeres tenemos derecho a parir para otros, puesto que la pregunta es una trampa en sí misma. Lo que queremos es que la sociedad se pregunte si es lícito pedirnos a las mujeres que renunciemos al control sobre nuestros cuerpos y pongamos en riesgo nuestra salud para satisfacer los caprichos y deseos de los demás.
Lo que queremos es que se deje de dar por hecho que las mujeres somos ONG’s andantes, y que seamos conscientes de que, aunque algunas de nosotras aceptemos por contrato perder nuestros derechos fundamentales, este consentimiento no legitima la acción en sí ni a quien nos lo solicita.
Por lo tanto, a quien hay que cuestionar es a los que piden, a los que son incapaces de tolerar la frustración y creen que sus deseos deben convertirse en derechos a golpe de tarjeta de crédito.
Y, sobre todo, hay que cuestionar a la #MafiaReproductiva, esa que ha visto un negocio en nuestros úteros, esa a la que lo único que le interesa es generar billetes.
Que no nos engañen y desvíen nuestra atención, el debate debe centrarse en la demanda, en los que ganan, en los victimarios y no en las víctimas.
Imagen vía Stop Vientres de Alquiler
Publicar un comentario