
Catalunya es uno de los destinos de las demoledoras rutas utilizadas cada año por miles de personas que buscan un futuro en Europa, pero también es destino de rutas migratorias utilizadas por bandas criminales para esclavizar a mujeres que acaban siendo forzadas a prostituirse para saldar una cuantiosa deuda con sus traficantes (Las bandas exigen a las mujeres nigerianas el pago de entre 30.000 y 60.000 euros), destacan fuentes de la Unitat Central de Tràfic d’Éssers Humans (UCTSH) de los Mossos.
El terror es un eficaz argumento disuasorio para impedir que la mayoría de estas personas denuncien y conseguir que sigan sometidas a todo tipo de abusos relacionados con los delitos de trata y de tráfico de seres humanos previstos en el Código Penal.
Extracto del artículo en La Vanguardia
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