La Policía identificó a 13.000 mujeres en 2017 de las que calculan que "al menos un 80% eran explotadas sexualmente"
Artículo de Patricia Ortega Dolz en El País
Datos en España:
Se realizan una media de 500 actuaciones policiales al año contra la trata de mujeres
Negocio rentable: mueve al día cinco millones de euros y que se vale de las rutas de la droga y el tráfico de armas, según fuentes policiales.
Existen aproximadamente un millar (unos 1.100) locales de alterne en España”, en los que además las mujeres que trabajan en esos locales pagan una media de los 50€ diarios
Más los negocios que los circundan: “Desde el proveedor de cerveza o agua, hasta el que pone los preservativos en la máquina” “Muchas redes se han pasado a la trata porque es más rentable [que el narcotráfico] y corren menos riesgo: si pillas a alguien con la droga es difícil que eludan la prisión, en cambio, demostrar un delito de trata requiere una declaración de la víctima, que suele ver a su explotador como un salvador”
En 2017, la Policía identificó a 13.000 mujeres (“son solo un tercio de la realidad”) de las que, “al menos el 80%, eran explotadas sexualmente”.
La mayoría tiene entre 18 y 25 años y son rumanas, chinas, basileñas, y, sobre todo, un 65%, nigerianas. Por lo general provienen de complejos proceso migratorio (y muchas veces secuestradas, raptadas) y, por lo tanto, en un estado muy vulnerable". Además, no hablan el idioma, no confían en la policía y están sujetas a las amenazas de sus tratantes.
OCHO AÑOS DE CÁRCEL POR VÍCTIMA
Desde que en 2010 el Código Penal tipificó y dio más peso a los delitos de Trata en todas sus variantes (laborales, sexuales, de extracción de órganos, matrimonios forzados o realización de actos ilícitos) quien se demuestre que ha captado, transportado o alojado a una persona con ese fin se enfrente a entre cinco y nueve años de cárcel por víctima. Una horquilla que se reduce a una pena de entre ocho y nueve años (por víctima) si se consuma el delito.
Pero deben demostrar que son traficadas, que ha existido captación, transporte y alojamiento, acciones delictivas previas a la explotación sexual. "Ella y su testimonio son la prueba del delito". "Pero el miedo, el desconocimiento de la lengua, la desconfianza, agrava aún más el problema ya que son reticentes a colaborar con la policía para informar sobre su situación y denunciar a la red" señala el agente.
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