¿En qué momento de la historia las mujeres introdujeron de manera libre y voluntaria la prostitución como una opción profesional más...? La respuesta es sencilla: EN NINGUNO.
"La prostitución no es el resultado de la decisión de las mujeres, ellas se han visto obligadas a ejercerla desde el origen de la historia. Es la imposición del machismo para que los hombres refuercen su masculinidad"
No debemos olvidar que la prostitución beneficia a los hombres y al machismo, y lo hace a costa de las mujeres y la Igualdad.
Por Miguel Lorente en eldiario.es. Artículo completo en este enlace
La prostitución es una creación machista para beneficio de los hombres y de su modelo de sociedad, un modelo que necesita la cosificación de las mujeres como parte esencial del mismo. Si miramos con perspectiva, lo sucedido no es muy diferente a la estrategia machista en muchos otros ámbitos y con otros temas. Siempre es lo mismo: primero se impone una idea o referencia que obliga, somete, domina, limita a las mujeres, después se normaliza sobre el hábito y la costumbre, y finalmente, en aquellas cuestiones más trascendentales, se hace legal para que no quede a la subjetividad ni a la intemperie de las circunstancias.
Prostitución como imposición del machismo
La prostitución no es el resultado de la decisión de las mujeres, ellas se han visto obligadas a ejercerla desde el origen de la historia de la prostitución. Es la imposición del machismo para que los hombres refuercen su masculinidad y sensación de poder a través del sexo.
Si el machismo no hubiera creado las circunstancias para que muchas mujeres a lo largo de la historia entendieran la prostitución como una opción más dentro de la normalidad, las mujeres no la elegirían, del mismo modo que nunca se ha aceptado la esclavitud como una opción laboral, puesto que no se logró normalizar esa forma de explotación.
NO ES SEXO, ES PODER
La inmensa mayoría de los hombres que consumen prostitución mantienen relaciones sexuales con otras mujeres, y aun así acuden a la prostitución para satisfacer sus deseos de poder de las formas más diversas, pero siendo ellos los amos de esa mujer durante el tiempo de contacto, y reforzando para siempre su idea de hombre y masculinidad para ser también los amos de la sociedad.
ESTRATEGIAS ADAPTATIVAS
Lo que ha sucedido estos días con la solicitud para crear un "sindicato de trabajadoras del sexo" refleja muy bien esa estrategia adaptativa del machismo, y cómo utilizan el teórico interés y preocupación por las condiciones de trabajo de las mujeres que la ejercen para beneficio, pero sin cuestionar en ningún momento el trabajo ni las circunstancias que han llevado a esas condiciones.
La estrategia es clara: primero las obligan, las explotan, abusan, agreden… y después, cuando se han creado unas condiciones objetivamente inaceptables, ocultan la prostitución tras las circunstancias en que se ejerce y piden que se actúe para mejorar las primeras sin hacer nada sobre las segundas. Y todo ello bajo la trampa de hacer creer que si cambian las condiciones de trabajo va a suponer un cambio en la prostitución.
La clave, el plano social
Son las referencias de la sociedad las que crean el mito de creer elegir libremente en un contexto machista que da significado a la realidad, hasta el punto de crear un imaginario en el que muchos hombres dicen, "si a mis hijos les faltara para comer, yo robaría", mientras que las mujeres afirman, "si a mis hijos les faltara para comer, yo me metería a puta".
Por dicha razón, se acude a la voz individual de mujeres que "libremente", y con todo el respeto y consideración por mi parte, piden ejercer la prostitución en unas condiciones adecuadas. Pero qué casualidad! las que lo piden son precisamente las únicas que no son explotadas, ejercen cuando quieren y debe ser muy de vez en cuando porque siempre están dando charlas o incluso "talleres", algo que es preferible a ser prostituida. En cambio, no se suelen oír las voces secuestradas de las prostituidas realmente, de aquellas que no han podido elegir, y ni pueden ni las dejan hablar.
Las decisiones individuales no pueden ir en contra del marco de convivencia ni a favor de los elementos que refuerzan un sistema de ideas y valores como el machismo, basado en la injusticia de la desigualdad. Por eso se actúa contra un agresor aunque la mujer diga que no se haga porque su marido "le pega lo normal", ni tampoco se aceptaría que un grupo de personas que consumieran sustancias tóxicas ilegales pidiera que las dejaran consumirlas en nombre de su libertad, y de que ellas con su cuerpo hacen lo que consideren, aunque dicha decisión les perjudique.
El machismo ha creado la idea de que los hombres son los "putos amos" de la sociedad.
El resultado es claro, y cada hombre, si así lo decide, con independencia de su estatus y circunstancias personales, al menos cuenta con un espacio en el que es el "puto amo": Con la violencia de género normalizada, con la prostitución, y si no le alcanza para pagar por sexo, siempre es fácil acceder al cuerpo de las mujeres en una sociedad que alimenta la cultura de la violación y culpabilizar a las mujeres; por provocar, por actuar con perversidad y engañarlos, o por arrepentirse, total "son todas unas putas"
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Y como señala en su página Laura Redondo Gutiérrez, Psicóloga Forense, "La Prostitución es la máxima exponencial de la violencia contra la mujer, por lo que es parte del problema a abordar si queremos acabar con ella".
Los derechos de las mujeres no se defienden legalizando y perpetuando su situación de vulnerabilidad y violencia, sino ayudándolas a salir de esa situación y rindiendo cuentas a quienes perpetúan esa situación (que no dejan de ser quienes las humillan, degradan, maltratan y violan en un alto porcentaje) que son los puteros y los proxenetas. Que es precisamente lo que persigue la ABOLICIÓN de la prostitución.
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