Cada vez que me preguntan por qué no apoyo ni los vientres de alquiler ni la prostitución siempre respondo que todas las violencias machistas tienen un punto en común: la deshumanización
Dice Kajsa Ekis Ekman; "Los paralelismos que existen entre la prostitución y la subrogación es uqe son dos industrias que se benefician de los cuerpos femeninos: una de su sexo y otra de su útero. Dos industrias comercializan funciones humanas básicas: la sexualidad y la reproducción. Y estas constituyen la base de la opresión histórica de la mujer y de su división permanente en ‘putas y santas’”.
¿Cómo normalizar y convertir la explotación en un acto comercial más? Con la perversión del lenguaje.
¿Cómo aplastar derechos de la mujer y convertirlos en mercancía?
Con tres puntos en común que se pueden trasladar tanto a la prostitución como los vientres de alquiler:
Con tres puntos en común que se pueden trasladar tanto a la prostitución como los vientres de alquiler:
- la falacia del "libre consentimiento"
- el cuento de que es un "trabajo": ... y con frases como “pues peor es trabajar en un McDonalds”. Y como siempre nos dicen que escuchemos a las prostitutas, pues eso, leed a Evelina Giobbe cuando responde: “‘Bueno, al menos cuando trabajas en McDonald’s no eres la carne’”
- "Hay trabajadoras, empresarios y clientes”; Empresarios en lugar de proxenetas o traficantes de bebés a la carta.
Es la perversión de llamar servicio a una explotación, de llamar trabajo sexual a una esclavitud sexual, de llamar empresarios a proxenetas y a traficantes de bebés, de llamar cliente a proxenetas, puteros, y compradores de bebés…
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